miércoles, 29 de mayo de 2013


No es casualidad.
-Dany Ramírez.-

Amado mío, alguna vez te has preguntado ¿porque cuando te miro suspiro y cada que suspiro mis ojos se entre vuelven a tus labios?

Tal vez un día te preguntaste cuantas veces he perecido en tus ojos, que son el risco más hermoso, el lugar de mi meditación y de mi propio encuentro.

Es que no es casualidad amor, no es casualidad, créeme, no lo es.
Tan no es, puesto que mis suspiros anhelan que mis labios un día puedan tocar los tuyos.
La casualidad no existe cuando me pierdo en tus ojos, porque cada vez que lo hago siempre quiero mirar al mundo atreves de esos hermosos parpados.

Sabemos bien que el mundo es una gama de colores tenues e intensos.
Tenues cada vez que olvidamos vivir y no recordamos que vivimos en momento.
Intensos cada que te veo, cada que te leo, cuando te escucho y recuerdo.
Entonces sé que estoy vivo, porque no quiero perderme de ni un solo momento, no quiero perderme de tu calor, de tu voz;  no quiero irme de tu lado.

Aquí es donde comienza la vida y donde termina el tenue azul en el que dormía.
Y, si no te das cuenta, no es casualidad que desde el momento que llegaste a mi vida, el sol apareció tras de la colina.
No es casualidad que de la nada hayas aparecido para darle sentido a una vida que ya parecía dormida, fría, como una tumba, casi como una noche sin luna.

Oye amor, deja ya de pensarlo, date cuenta que no es casualidad. Dame tu mano, ¡dame tu mano! Vayamos los dos flotando sobre el mar como un velero, nadando dentro el rio como un pez multicolor y vivo.

Quiero que la vida sea piadosa conmigo y ojala nunca me aparte de tus ojos, que nunca me arrebate tus labios ni me quite tus manos.
Porque estoy seguro, que no es una jugarreta del destino querer pasar contigo, el resto de mi tiempo y así hacer el resto de nuestras vidas un no casual y maravilloso paraíso.
 
 

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