lunes, 31 de octubre de 2016


“Si se queda, me quedaré”

Sí, he estado enamorado en otras ocasiones, he planeado un futuro con varias personas, me han decepcionado, se han ido, pero lo he vuelto a intentar, no me he dejado vencer, he vuelto a creer y regresado a caminar, y es que no siempre es tan malo, vale la pena el sufrimiento para poder disfrutar del gozo de amar, y quizá duela, quizá caiga, pero estoy seguro que volveré a erguirme para intentar otra vez, y es que me gusta darlo todo en cada ocasión, así de esta manera si falla me quedo con absolutamente nada y entonces  puedo empezar a construir un nuevo sentimiento, desde cero, sin restos del otro, por eso me gusta que se vayan, me destruyan, quedarme solo, sin resto, sin rastro, con los pies en tierra firme, con frialdad, con mayor seguridad y fuerza, y si llega alguien que luche por entrar o que valga la pena de incluso darle un paseo por ahí, alguien que merezca , solo entonces volveré a levantar un sentimiento, volveré a dibujar una sonrisa, floreceré de nuevo, creeré de nuevo, y si falla estaré otra vez demoliendo todo, destruyendo cada parte, desprendiendo cada pedazo, olvidando cada resto, y si se queda me quedaré con él para decorar, para poner más flores en la mesa, haré más café por las mañanas, prepararé más pláticas para la madrugada, haré más sonrisas, alistaré más miradas, palabras bonitas y sonrojos en ambas caras.

Y si se queda me quedaré.

“Sin Edad”.-

viernes, 28 de octubre de 2016


 

 La Carta.



El motivo de esta carta no es ninguno en específico, solo quisiera narrar mi historia. No mencionare mi nombre por motivos personales, sin embargo, mencionare que soy médico, un neurólogo para ser exactos. Tuve una educación en escuelas privadas de diversos países, fue una educación estricta y rígida por ser el mejor, lo que me llevo a terminar a muy temprana edad, sorprendiendo a muchos en el campo de la medicina por mi enorme genialidad. Más nunca ejercí, preferí el campo de la investigación. Como estudioso del cerebro siempre me interese por determinados comportamientos humanos y trastornos que hasta el día de hoy no quedan muy claros para la mayoría. Y uno de esos aspectos que siempre me emocionaron, la esquizofrenia. La esquizofrenia, entre otras características, tiene que quien la padece, escucha voces y tiene un delirio de persecución. Siempre nos hemos preguntado los que estudiamos el cerebro a que se debe esto. Parte de mi investigación, relativa a este trastorno, consistía en hablar con pacientes que estuvieran dispuestos a relatarme sus experiencias y anotarlas dar un seguimiento.

Realicé entrevistas, clandestinas muchas de ellas, que me mostraban poco a poco el horror que vivían cada día estas personas. Sus descripciones eran realmente alucinantes, nada que en este mundo pudiese ser descrito o siquiera parecido a esos horrores que tanto temían. Porque descubrí eso, ellos temían a aquello que escuchaban, lo temían tanto que intentaban huir, escapar, esconderse, lo que fuera con tal de no escucharlos venir o comunicarse. En todos los relatos que escuchaba, tenían en común algo, se referían a “ellos”, y siempre lo mismo se respondió al preguntar quiénes eran “ellos”, los expectantes… Sin darme cuenta los expectantes se comenzaron a convertir en una obsesión para mí, descarte varias teorías al respecto. Histeria colectiva, no, porque los casos eran dados en diversos lugares e individuos que convivían con los afectados no tenían parte de estos pensamientos. Una forma de desviar la atención, tampoco, por lo regular son individuos que pasan mucho tiempo solos hablando consigo mismos. Hasta que empecé a preguntarme ¿y si en verdad existieran estos “expectantes”? Esa fue la pregunta que arruinó mi existencia. A partir de entonces empecé a buscar maneras de hacer que las ondas electromagnéticas del cerebro pudieran dar ese salto a un objeto que las decodificara y me dejara oír y saber aquello que los pacientes escuchaban. Me adentre en el campo de la electromagnética, de las señales eléctricas, todo lo que necesitaba saber, me hice de varios socios en el camino que me apoyaban al leer y escuchar los testimonios, queríamos llegar a algo, queríamos que eso fuera tangible… Nunca supimos a qué jugábamos y lo peligroso de no alcanzar a entenderlo. Solo tenía en la cabeza, si los expectantes son reales, yo quiero saber más de “ellos”, estudiarlos, darlos a conocer. Tras un esfuerzo enorme lo conseguimos, un decodificador de señales cerebrales, ¿funcionaría? Con apoyo de una prestigiosa universidad conseguimos un laboratorio de prueba, también accedimos a un paciente voluntario a ser sometido a las pruebas. El día de la

prueba, nuestro paciente estaba anormalmente nervioso, hablaba demasiado con él en voz baja, volteaba a todos lados, de la nada reía demencialmente y antes de ser conectado, me tomo de la manga de la bata me miro a los ojos con una cara de horror que se agravaba con sus ojos inyectados en sangre y me dijo, a partir de hoy ustedes formaran parte de mi pesadilla, cerro lo ojos y sonrió. Ese simple acto me atemorizo, pero mi ambición científica era aún más grande que mi miedo. Sin más, encendimos la máquina. Un armatoste que se le colocaba en la cabeza, era la que transmitía las ondas amplificadas a un receptor, que lo convertía en un audio… todo un avance en aquel momento. Al inicio solo se oía un poco de estática, pero después de unos segundos, el terror se comenzó a apoderar de nosotros, al tiempo que el paciente comenzaba a desesperarse y gritar que lo destaramos que ellos venían, mientras mordía salvajemente las correas de cuero que lo ataban, en el receptor se comenzaron a escuchar murmullos. Al inicio solo un susurro, que se fue elevando poco a poco, subiendo su intensidad, hasta que se escuchó claramente “ahora son nuestros”. Ante nuestros aterrados ojos vimos, como el paciente era sacudido por algo invisible algo que lo tiraba de un lado a otro mientras el gritaba de dolor por la fuerza con la que lo estrujaban, mientras se escuchaban voces riendo por el receptor, uno de mis colegas se desmayó ante el horror de aquella escena. El paciente seguía siendo sacudido, y las risas continuaban, si no fueran por las malditas risas, todos los presentes hubiéramos jurado que era un ataque epiléptico. El paciente dejo de quejarse, finalmente había muerto víctima de “ellos” a quienes nosotros ayudamos a que lo atraparan. Seguían los murmullos, rumores decían “siguen ustedes”, grite desesperado “apaguen eso” alguien susurro casi llorando esta “apagado desde que el paciente murió”. Así es, sin saberlo y tal como lo dijo el paciente, desde ese día somos parte de su pesadilla. Todos los presentes continuamos escuchando las voces, nos aterramos cuando las comenzamos a oír y queremos escapar, dos de mis compañeros, dementes por la tortura de “ellos” se suicidaron, a otro ya lo atraparon, y solo quedamos dos… pronto será solo uno. Esta misiva es una constancia, de que estamos inmersos en un mundo que desconocemos, si alguien encuentra esa infernal máquina que creamos, destrúyanla, destrócenla en nuestro nombre. Hoy he decidido acabar con mi vida, las voces de “ellos” me perturban, nos pusimos a su alcance y ahora nos torturan. En este hospital donde estoy internado todos ríen cuando les digo que “ellos” me hablan, ríen como yo lo hacía de los demás, cuando no sabía que en verdad existían “ellos”… dejare de escribir, “ellos” me están buscando y el sonido de la tinta corriendo me puede delatar… “sigues tú”.


“Kagemaro, the first to Suffer”.-

miércoles, 26 de octubre de 2016




THE NEWS DELIRICS.

Ser gay, lesbiana o el simple hecho de ser soltero ahora es “una discapacidad” para la OMS (Organización Mundial de la Salud)




Así, las mujeres y hombres
solteros, gays y lesbianas entran en el listado de personas con incapacidad de procrear, y antes de que suene la alarma de la discriminación, en realidad no se trata más que de un tecnicismo y la OMS lo hace por una excelente causa: que la fecundación in vitro sea más económica para solteros.

La Organización Mundial de la Salud va a hacer un gran cambio en su lista de discapacidades actualizando la definición de una clase de ellas: la infertilidad. En lugar de ser exclusivamente la "incapacidad de lograr un embarazo después de 12 meses o más de sexo regular sin protección", se pasará a considerar como infértil a cualquier persona que no tenga una pareja sexual capaz de concebir
.

Pese a parecer una medida retrógrada y polémica, en verdad pretende garantizar a solteros y homosexuales el mismo derecho al acceso a la fecundación in vitro y a las ayudas que algunos países conceden para tal fin.

Y es que hasta el día de hoy, los tratamientos
in vitro solo eran más económicos para las personas biológicamente infértiles,
así se declaran a los hombres o mujeres que no pueden procrear luego de 12 meses de intentarlo constantemente. Ahora, queda claro que la infertilidad no solo es biológica, sino que también se debe a la pésima capacidad de alguien para encontrar o mantener una pareja.


El  Dr. G. David Adamson, el responsable  de impulsar el cambio en el concepto dentro de la OMS manifiesta que: "La definición de infertilidad está ahora escrita de modo que incluye los derechos de todos los individuos para tener una familia, incluyendo a hombres solteros, mujeres solteras, hombres gay y mujeres lesbianas. Traza una línea para dejar claro que un individuo tiene el derecho de reproducirse tenga o no un compañero sexual. Es un cambio enorme".

El doctor G. David Adamson es
el Director de “Los Médicos de la Fertilidad” del norte de California y el Instituto de Fertilidad y Salud Reproductiva, profesor clínico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford y profesor clínico asociado en U.C. San Francisco Escuela de Medicina.

También es Presidente de ICMART (Comité Internacional de Evaluación de Técnicas de Reproducción Asistida), WERF (Fundación para la Investigación de la endometriosis Mundial), y Experto en Medicina Reproductiva de la OMS (Organización Mundial de la Salud).

El Doctor Adamson indico que "Se altera fundamentalmente el concepto de quién debe incluirse en este grupo y quién debe tener acceso a la asistencia sanitaria. Se establece una norma internacional". A efectos legales, la medida podría forzar la revisión de las políticas en los distintos países para introducir los nuevos estándares y ofrecer iguales oportunidades a todos los que deseen tener descendencia.



Con información de:

-Noticieros Terra
-PlayGround Noticias
-Sutter Health Palo Alto Medical Fundation.
 
Dr. G. David Adamson.
 

 
 
 
 
 

lunes, 24 de octubre de 2016


 
Darse la oportunidad de volver a amar es un acto de total valentía…
Amar es un acto subversivo contra de la razón.
Aun así, te ando amando porque vales la pena.


Dany R.
 

Antes de que llores y yo me empape,
antes de que los recuerdos y las tristezas
nos mojen el alma,
no llores como si esto hubiera terminado,
como si de pronto fuéramos vacíos y nada.

No te impacientes
que un día no se cuenta ni pasa en años.
En uno de esos cortos días,
mis manos van a volver a estar entre las tuyas,
reconociendo de nuevo tu cuerpo
y nuestros labios quemando  las hambres atrasadas.

No me digas adiós,
como si ya no te volviera a ver,
como si este amor hubiese sido el hijo de la casualidad,
como si los abrazos y los besos
hubieran sido por un contrato que hoy termina.

No digas “gracias por tu tiempo y compañía
porque jamás te los vendí ni pagaste por ellos.
Fue a placer mío darte la mano
e ir caminando por ahí
con nuestro amor invisible y secreto.

No digas
gracias por haberme hecho feliz este tiempo
porque si algo debes saber
es que nuestro tiempo apenas comienza.

Antes de los abrazos de “adiós” y “hasta pronto”,
antes de que los “gracias” llenen los silencios,
justo esos que no se escuchan
por los nudos que se hacen en la garganta,
debes saber que regreso por ti,
para patear pidritas en el camino,
para caminar por la calle mano a mano,
codo a codo.
Regreso por ti,
regreso porque te amo.


Dany R.


Sin saber que un día cualquiera,
en un momento sin buscarlo, tu ibas a aparecer.

Jamás te pensé o imagine en este tu cuerpo,
en estas tus manos. Pero cariño, hoy estas aquí.

Dany R.