miércoles, 8 de mayo de 2013

¿ES POSIBLE CELEBRAR LA TRISTEZA?

No te identifiques con la tristeza. Transfórmate en su testigo y disfruta del momento de tristeza, porque la tristeza tiene su propia belleza. Nunca te has fijado en ello. Te identificas tanto, que nunca penetras en la belleza de un momento triste. Si te fijas, te sorprenderás de los tesoros que te has estado perdiendo. Fíjate: cuando eres feliz nunca eres tan profundo como cuando estás triste. La tristeza tiene profundidad; la felicidad tiene algo de superficial. Observa a la gente feliz.

Los que pretenden ser felices los playboys y playgirls que encontrarás en los clubs, en los hoteles, en los teatros siempre están sonriendo y burbujean felicidad. Los encontrarás insípidos, superficiales. No tienen ninguna profundidad. La felicidad es como las olas, solamente superficial; vives una vida trivial. Pero la tristeza tiene algo de profundo. Cuando estás triste no es como las olas en la superficie, es como la profundidad misma del Océano Pacífico; millas y millas.

Sumérgete en su profundidad, obsérvala. La felicidad es ruidosa; la tristeza tiene un cierto silencio. La felicidad puede ser como el día, la tristeza es como la noche. La felicidad puede ser como la luz, la tristeza es como la oscuridad. La luz va y viene; la oscuridad permanece, es eterna. La luz se presenta a veces; la oscuridad está siempre ahí. Si penetras en la tristeza sentirás todas estas cosas. De pronto te darás cuenta que la tristeza está ahí como un objeto, tú la estás observando, eres testigo de ella, y repentinamente empiezas a sentirte feliz. ¡ Qué bella es la tristeza!

Depende de la actitud. Cuando te entristeces piensas que te ha sucedido algo malo. El que algo malo te ha ocurrido es sólo una interpretación y entonces tratas de escapar. Nunca meditas sobre ello. Luego quieres ir a ver a alguien; a una fiesta, al club, o enciendes la televisión o la radio, o empiezas a leer el periódico; haces algo para poder olvidar. Esta que la tristeza es algo malo es una actitud errónea que te ha sido transmitida: No hay nada malo en ella. Es otro polo de la vida.

La felicidad es un polo, la tristeza es el otro. La vida es ambos. Una vida de pura dicha tendrá extensión, pero no tendrá profundidad. Una vida de pura tristeza tendrá profundidad, pero no tendrá extensión. Una vida de ambas, tristeza y felicidad, se mueve en todas las direcciones conjuntamente.

Cambia tu tristeza por celebración, aprende el arte mientras todavía hay tiempo. No dejes que la muerte llegue antes de que hayas aprendido, porque si puedes cambiar la tristeza, puedes cambiar la muerte. Si puedes celebrar incondicionalmente, cuando la muerte llegue, serás capaz de celebrar, partirás feliz. Y cuando te vas celebrando, la muerte no te puede matar. Al contrario, tú has matado a la muerte. Pero empieza, haz una prueba. No hay nada que perder. ¿Qué puedes perder?.

Osho.


 

 

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