miércoles, 27 de agosto de 2014

Y disculpe las molestias...


Pero si usted está acostumbrado a mi buen humor,
y a mis largas charlas, a mis sonrisas,
a los "buenos días" y los "¿Cómo estás?",
Lo siento mucho y disculpe las molestias.

Simplemente no puedo esta vez preguntar cómo está usted
y sostener una larga charla.
Ahora no puedo sonreír tan fácil aunque usted me importe
y lo ame.
Pero, ¡por favor!, no crea que me cae mal,
que estoy molesto o que no me interesa. Simplemente
no puedo contestarle como usted quiere.

Fácilmente y para que usted me entienda
es que estoy distraído por mi tristeza
y la lluvia en mi ventana.
Si hoy le he hablado bien y al rato pareciera que
no me interesa, no es eso.
Es que en ese instante estoy
sosteniendo un dialogo conmigo.

Por favor, comprenda que para volverle a sonreír,
para poderle decir: "Te deseo un buen día",
solo necesito que entienda que este cuerpo
aparentemente de materia gris inerte,
por el momento se esta reinventando.

Dany R.-


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