miércoles, 27 de agosto de 2014

Te quiero y me gustas...


¡Sí!, te quiero como puedo yo solo quererte.
A veces a solas o en silencio, a oscuras,
y en ocasiones entre un poco de luz de luna,
entre noches frías y sábanas blancas.

Te quiero como la tarde puede entonces
querer al tiempo. Sin prisas y sin detenciones;
tan solo esperando el momento en que se consume
un día en el horizonte.

Me gustas, ¡pero claro que me gustas!,
así como el aire entre la cara a la orilla de un acantilado.
Con miedo de que nadie lo sepa, y caer al fondo de
tú cariño.

Me gustas como cuando el agua fría del rio o la lluvia
cubre todo mi cuerpo. Así, sintiéndote recorrerme
hasta los pies, sintiéndote todo tu hasta el alma.

Pero solo eso, te quiero y me gustas.
No sé si yo a ti como tú a mí, con más intensidad
o simplemente con nula probabilidad.
Por eso sé que así con la misma intensidad que te quiero
un día puedo alejarme de tu abismo antes de cometer suicidio.

Tal vez un día me dejes de gustar.
Sí, así como hoy me gustas, mañana o tal vez al rato
me dejes de gustar. Puede ser que un día me canse y
me sienta enfermo de tu frío y busque el calor en otras
sábanas en verano.

Dany R.-


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