domingo, 31 de mayo de 2015

…Me daba la mano y no hacía falta más.
 Me alcanzaba para sentir que era bien acogido.
Más que besarla(o), más que acostarnos juntos,
más que ninguna otra cosa, ella [el] me daba la mano
y eso era amor.


“La Tregua.
  Mario Benedetti.-

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