domingo, 7 de septiembre de 2014

Él Amor.
Me preocupa la gente que dice que anda buscando el amor, como si el amor ya estuviera por ahí listo y terminado. Como si existiera un amor enlatado, un producto diseñado que eliges en algún escaparate. Se han creído el cuento del amor prefabricado que nos venden en las películas de domingo en la noche o que nos cantan en la radio. Uno no busca el amor, uno lo construye...


La Felicidad
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Me preocupa la gente que dice que anda buscando la felicidad. Como si la felicidad ya estuviera por allí lista para ser bebida, como una poción mágica que nos cambiará el alma.
Como si la felicidad fuera algo definitivo que aguarda al final de toda historia…
La felicidad, como el amor, es una construcción cotidiana. Nadie vive feliz para siempre, nadie que esté vivo puede hacerlo. Nos han vendido la nostalgia del paraíso. La merecida retribución por nuestros esfuerzos, la receta definitiva que nos cerrará los ojos ante el dolor de la vida. Así se hacen las religiones, los libros de autosuperación y las películas de Hollywood.
Nunca seremos felices.
Todo cansa, incluso la alegría, todo siempre está incompleto, roto, sucio, deforme; pero eso nos mueve a seguir caminando, a seguir buscando.
La felicidad no está en ninguna parte esperándonos…  
La felicidad hay que inventársela de nuevo cada día.

El Sentido de La Vida.
Me preocupa la gente que dice que anda buscando el sentido de la vida. Como si la vida tuviera sentido; y como si ese sentido ya estuviera listo en algún lugar esperando a ser leído como un libro en el escaparate de alguna biblioteca. Nos hemos acostumbrado a que  nos den el significado de todas las cosas, a que sean otros los que interpreten y construyan sentido para que nos informen de él.
Nos lo han repetido por años para que no lo olvidemos. Sólo nos falta encontrar el sentido final de la vida y quedaremos contentos. En alguna parte debe estar, alguien lo debe saber. Algún religioso, o gurú, o  líder de algún tipo: científico, financiero, deportivo, lo que sea.
La vida no tiene sentido, o por lo menos no tiene un solo “sentido”. Por ello nadie nos puede explicar nuestra vida. Por ello podemos (y debemos) darle el sentido que queramos. Nadie puede interpretar lo que vivimos, nadie pude decirnos quienes somos. Nadie tiene las respuestas porque las respuestas no existen. Las respuestas no se buscan, se construyen.

…No podemos descubrir qué somos porque no somos algo ya hecho, sólo podemos construirnos. No nos define un gesto único, un solo momento, cada instante que vivimos es un ladrillo que vamos sumando a lo que hacemos de nosotros mismos.


Otras Cosas
El mundo está vació, no hay nada en él para nosotros. Todo tenemos que hacerlo, pero creo que eso es lo maravilloso.
El mundo es una página en blanco para escribir historias, es barro para construir, un escenario para improvisar nuestra obra, un lienzo para pintarnos a nosotros mismos.
Los materiales podemos hallarlos en los lugares más insospechados, la materia que todo lo une es el tiempo. No lo desperdicies, deja de buscar respuestas prefabricadas,…puedes inventarte la felicidad con las luces de la mañana, el amor con la sonrisa de un desconocido, el sentido de la vida en el fondo de un verso oscuro. Las posibilidades son infinitas, lo único finito es el número de días que tenemos para hacerlo. Aprovecha el día. Llegará el momento en que tendrás que leer tu propia historia, ese es el único final que te espera.

Carlos Arturo García Bonilla-





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