lunes, 10 de marzo de 2014

“Vivir o Tratar de Sobrevivir”

Sean los sueños que tengas, sea el lugar a donde debas irte para lograr tus metas, la vida siempre se encarga de regresarte a tu origen, al lugar donde naciste, te retorna sin duda alguna a tu inocencia.
A veces es duro entenderlo, a veces es doloroso. Muchas ocasiones es tarde cuando lo comprendes;  tarde pero con la certeza de que puedes transformarlo.
A veces esperamos a que muchos de los que estaban y nos amaban se hayan ido a un viaje que no tiene retorno, y no es hasta ese momento en el que te das cuenta de que su amor era incondicional.

En muchas otras circunstancias nos negamos a verlo y decidimos darle la vuelta. La vida siempre nos rememora que debemos de hacer la paz con aquello que nos lastimo y lastimamos.
Sea lo que sea, haya sido como haya sido, nuestro papel en esas dolorosas situaciones juega como víctimas y victimarios, cómplices y secreto, causa y consecuencia.

Hay dos cosas que no pueden ser ocultadas: El sol y la verdad.
De una o de otra forma, la verdad sale a relucir. No podemos ocultar nuestra verdad.
Nuestra verdad es nuestra identidad, son nuestros hechos y sucesos, nuestro pasado con sus lágrimas y sonrisas, con sus experiencias superadas y heridas aún abiertas.
No podemos tratar de ser otro, no puedo ser como el chico guapo que a todos les gusta, no puedo ser el hijo de un multimillonario que tiene un futuro seguro, no puedo ser el motivador de la radio a quien yo admiro.
Y no puedo ser  porque el mundo ya tuvo a Gandhi, ya tuvo un Van Gogh, ya tiene a Esquinca, tiene a ese chico guapo y a un “Junior”. El mundo ya tiene a ellos, lo único que le hace falta al mundo es alguien como yo. Ese es el secreto.
La pregunta que muchos se hacen y que muchos ni siquiera quieren hacerse a sí mismos es:
¿Quién soy yo?
Esta misma pregunta te lleva a una que la acompaña de la mano:
¿Cuál es el motivo por el cual este aquí?
A más de uno le ha decepcionado la respuesta.

-Me he hecho  la  misma pregunta alguna vez, me decepcione y decidí transformar la respuesta.
Tiempo  después  me olvide un poco de lo  que realmente me importa y después me volví a hacer la misma pregunta. Nuevamente me volvió a doler. Comprendí entonces  que  la respuesta depende de quienes estamos dispuestos a ser.-


¿Entonces, quienes estamos dispuestos a ser?
¿Ser la imitación de alguien?, ¿ser lo que allá afuera quieren de ti?, ¿tratar de ser una linda apariencia, rogando la admiración, aplausos y halagos para una imagen que nunca ha sido más que eso, una imagen?

O podemos elegir ser quienes ya somos, podemos elegir ser nuestros anhelos y nuestros sueños, podemos elegir amar y querer a nuestra manera y no como la que nos venden en las películas que pasan los domingos, (como diría Bucay) podemos elegir existir y no solo aparentar.
La primera es interesante, la primera puedo definirla como vida, la segunda puedo decir que es “tratar de sobrevivir”.


Todo esto te lleva regresar a tu inocencia, a esto te lleva regresar a tu interior. Es doloroso toparse con ello. Pero es ahí donde debemos decidir seguir tratando de sobrevivir, o ser lo que el universo necesita y comenzar a vivir.



-Dany Ramirez.-





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